Volviendo a mi niñez – Cathaysa González López – #HistoriasDeAndarPorCasa

VOLVIENDO A MI NIÑEZ

            Y todo cambia cuando el pasado 14 de marzo nos comunicaran que nos encontrábamos en estado de alarma por una pandemia global cuyo responsable era el virus COVID-19. He de confesar que mi mente se paralizó durante unos minutos, apoderándose de mí el miedo y la incertidumbre de esa nueva situción antes ajena para mí, al pensar en que a mi pequeño y a mi familia le pudiera suceder algo, pero que yo sólo podía hacer una cosa para protegerme y protegerlos, quedarme en casa. De pronto, el país se quedo prácticamente paralizado, y con él nuestra rutina, dejando a un lado el estrés diario para tener las veinticuatro horas del día para nosotros sin que nada ni nadie nos agobiara. Y es aquí donde mi ingenio no dá cabida a todas las cosas que tendría que hacer para tener a mi hijo entretenido una vez finalizara con sus tareas del colegio.

            ¿Pero saben qué solución encontré? Mi niñez. Sí, el volver a recordar aquellos maravillosos años de inocencia y actividad imparable que caracteriza esta etapa. Mi mente retrocedió en el tiempo vertiginosamente, y se situó treinta años antes para colocarme en la misma edad que tiene mi pequeño ahora, seis años. Y es aquí donde le propongo a mi hijo que aparque las nuevas tecnologías y me dé su mano para juntos poder realizar unos divertidos e ingeniosos juegos. ¿Y saben qué me contestó él? ¡Claro que sí mami! Y así lo hicimos, jugamos desde juegos de cartas (jugando a la ronda es una máquina), juegos de mesa, carreras de sacos, el quemado, al baloncesto, teatro, yincanas… Y como no, la repostería, sacando las recetas de la abuelas desde biscochones, magdalenas, tartas…He de decir que disfruté muchísimo, aunque mi vitalidad ya no era la misma que hace treinta años, pero les puedo asegurar que es muy saludable sacar ese niño que llevamos dentro y que aunque este dormido en nuestro interior, es beneficioso despertarlo alguna vez para recorrer esos maravillosos años nuevamente. Desgraciadamente, en nuestro día a día, muchas veces no tenemos el tiempo que nos gustaría para estar con la familia y dedicárselos como se merecen. Es por ello, que esta tregua de tiempo que nos esta dando la vida debemos disfrutarla, haciendo aquello que anhelamos cuando nuestras obligaciones no nos lo permite, y no verlo como un castigo, sino como una oportunidad para gozar de ese tiempo perdido.

            Con esto quiero decirles queridos lectores que, los momentos difíciles mejor pasarlos acompañados, que las  batallas se ganan si vamos de la mano y que a veces es mejor cerrar los ojos y dejarnos llevar por el niño/a que llevamos dentro.