Relatos Cortos #SemArq2018 – “El arquitecto terrorista” – Charo Velasco

jueves, octubre 4, 2018

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El arquitecto terrorista

En los tiempos que corren, parece que hablar de “belleza” en arquitectura es algo anacrónico, trasnochado… De los tres principios vitruvianos, la firmeza y la utilidad siguen estando vigentes, pero parece que lo de la belleza fuese algo prescindible o superfluo.

Sin embargo, en general, todos vemos en las partes más antiguas de las ciudades, una armonía que hace que reconozcamos en sus cascos viejos la esencia de la mayor parte de ellas, por lo menos en España. Cuando visitamos una ciudad, normalmente vemos la parte vieja y algunos edificios puntuales situados en las partes más modernas.

Entonces, ¿qué está pasando?, ¿por qué no existe esa armonía en el conjunto de las nuevas construcciones?, ¿será porque no fueron concebidas como partes integradoras de un todo?, ¿será por el rápido crecimiento de las ciudades a golpe de talonario?, ¿será porque las sociedades que han habitado estos espacios hasta ahora, estaban más conectadas y se preocupaban más por el bien común?, ¿qué ha pasado para que las nuevas ciudades respondan casi exclusivamente a la especulación y la economía?,

¿en qué momento pasaron a un segundo plano (o dejaron de existir) las necesidades vinculadas a la estética en la ciudad?

Realmente no creo que podamos prescindir de la belleza ni en nuestros edificios, ni en nuestros espacios públicos, ni en nuestras ciudades, ni en nuestros paisajes… porque más allá de la sensación agradable y placentera que nos produce lo bello, más allá de la estética, la belleza es un atributo esencial de las cosas y nos muestra un mundo mejor al que se puede aspirar, es decir, tiene también una importancia desde el punto de vista ético. Y en este sentido, los arquitectos tenemos una gran responsabilidad a la hora de generar espacios que contribuyan a hacer de este mundo un lugar mejor.

Esta reflexión me recuerda una anécdota con un compañero de beca Erasmus. Éste, que llevaba bastantes años estudiando arquitectura, decía que cuando terminase la carrera iba a hacer una casa horrible delante de la casa de algunos de los profesores que le estaban haciendo la vida imposible, que iba a ser un terrorista de la arquitectura. La verdad es que recuerdo que me pareció muy ingenioso, no se me ocurre un castigo peor para un arquitecto (o para cualquier persona que tenga una cierta sensibilidad), que tener que ver todos los días un edificio feo delante de su casa.

Creo que uno no se da cuenta de lo importante que es estar rodeado de belleza, en el sentido amplio de la palabra, hasta que se encuentra en un contexto que carece de ella o en el que abunda todo lo contrario.

Y es que el entorno importa, y un entorno bien diseñado, que se ocupe de satisfacer nuestras necesidades en todas sus dimensiones, nos puede ayudar a transformarnos en una sociedad mejor.

Charo Velasco


 «El arquitecto terrorista», Charo Velasco

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